jueves, 9 de diciembre de 2010

Hoy Cumple Años: Rosario


Nadie puede creer que Roki tenga dos años menos que yo. Pero así es y justamente hoy cumple 23 añitos. Una reseña de la persona más distinta y más igual a mí que conocí en mucho tiempo, mi complemento ideal. Mi quemada y queridísima amiga, a sólo un click de distancia: "es un loco!", o en HOJU, o también en Beningno Escalante.

Mucho amable, Roberte.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

(sin palabras)

Parece imposible que imágenes tan simples hayan desatado un mar de lágrimas. Desde que el nono se fue, nunca había vuelto a ver su forma de andar, su voz un poco chillona, la boina, las manos apoyadas en la cintura. Y ahora, gracias al tío Carlitos, vuelvo a grabar ese sentimiento en la retina empañada por la emoción.

Lo comparto para aquellos que lo conocieron y para los que no, este fue un gran hombre, mi abuelo Carlos.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Hoy Cumple Años: Alfredo


Mi papá no está cada día más viejo. Está cada día más loco. A lo largo de este blog han tenido la oportunidad de leer varias historias de él. Asique en este pequeño homenaje me dediqué a describir su esencia. Las historias me las reservo para próximos post. Y con semejante influencia podrán corroborar una vez más porqué yo no puedo ser normal.

Puede haber miles de arquitectos más, otros tantos artistas, algunos Magas pueden estar aún más sordos... pero como mi papá no hay otro. Lénalo haciendo un click acá!

jueves, 28 de octubre de 2010

Hoy Cumple Años: Guillermo


No importa cuántos años cumpla. Lo importante es que seguro que ya recibió una botella de whisky, unos habanos, alguna corbata y, si todo se cumple según lo debido, una botella de vino. Pobre Guille, todos los años los mismos regalos. Pero este año tiene su más que merecido homenaje en la sección Hoy Cumple Años, o hagan un CLICK POR ACA o un CLICK POR ALLÁ.

Espero que lo disfruten tanto como lo hice yo recordando sus locuras.

domingo, 17 de octubre de 2010

Mi mamá me mima


Además del día de la madre, hace un tiempito fue el cumple de mi mamasita, Miriam Araceli Gonzalez. Y quizás me retrasé en escribirle porque me aterraba tener que homenajear a semejante mujer. Finalmente, tiene su página en la sección Hoy Cumple Años así que si quieren entender por qué yo no puedo ser normal, hagan un click aca.

martes, 12 de octubre de 2010

Hoy Cumple Años: Pocho


Hace 81 años, en un día como hoy, en un pueblo llamado Conesa, nació un blanco y hermoso niño, al que dieron en llamar Eloy Juan. Que en realidad no era blanco y que nunca llamaron Eloy Juan sino Pocho. Unos cuantos años después yo me convertí en su nieta. Un homenaje que le queda chico pueden encontrar en la sección "Hoy Cumple Años" o haciendo click aquí.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Hoy Cumple Años: Monica

Desde Roma, La Lucha Contra La Herencia, le quiere dedicar un muy feliz cumpleaños a la tía Moni. Nos atrasamos un día pero en las últimas 48 hs. nos acordamos todo el tiempo de que se cumplian "x" cantidad de años de que nació "la Negra".

Un Tanti aguri, un feliz cumpleaños, y todos los besos del mundo!

martes, 31 de agosto de 2010

Colorín colorado...

Supongo que fue en el momento en que empecé a escribir en este blog cuando me di cuenta de que todas las personas que viven en el mundo de los libros no son más que retratos dibujados con palabras de personas del mundo real. Así caí en la cuenta de que mi familia, mis amigos y el mundo entero que me rodea merece ser contado. Que cada una de las personas que conozco puede ser un personaje de novela. Que los detalles que los caracterizan son esas cosas hermosas que leemos en los libros. Que todos en algún momento somos La Maga de Cortázar, el mudito o la Peta Ponce de José Donoso, o la Eva Luna de Isabel Allende. Que como familia podemos ser tanto los Bertoti como los Buendía. ¿Quién en algún momento no se sintió en la Metamorfosis? Y desde las Memorias del subsuelo sentir la Insoportable levedad del ser. Con las boquitas pintadas, sentir que somos esa Verónica que decide morir. Y con las trenzas apretadas ver llegar los días del venado. Recordar nuestra historia en la fiesta del Chivo. Ver como se nos desvanece el mundo, como entrando en un mar de leche, por la ceguera que se contagia. Que somos mujeres que corren con los lobos, mujeres de ojos grandes, que en su camino sienten el sonido de la montaña. ¿Quién alguna vez no miró el cielo y pensó que la noche estaba estrellada y que podía escribir los versos más tristes esa noche? Preguntarnos si la vida es sueño, sino estamos siempre luchando contra los molinos de viento y entender al final que lo esencial es invisible a los ojos.

Y quizás porque dejé de buscar mi vida en las novelas, empecé a ver mi propia vida como una novela. Ahora, cada día que comienza es un “había una vez” y cada vez que vuelvo de ver a mi familia tengo la sensación de que se escucha un “colorín colorado este cuento se ha terminado”...

Pero si este te gusto, otro día te cuento otro..

domingo, 8 de agosto de 2010

Hoy Cumple Años: Florencia

En un día como hoy, pero hace 25 años, nació mi amiga Florencia. Lo festejamos de noche y de día, con tortas y con vino. Pero no podía faltar el homenaje que, en este día tan especial, le dedica La Lucha Contra La Herencia. Asique si andan con ganas de chusmear las intimidades de una amistad añeja, pueden clickear en su nombre, o mejor en el apodo: TOPO.

viernes, 6 de agosto de 2010

Hoy Cumple Años: Ariel


El primer hombre que aparece en la sección Hoy Cumple Años. Mientras espero la previa que va a repetir la escena que se ve en la foto, él prendiendo un pucho y yo robándoselo, me puse a escribir sobre un personaje bastante particular. Si quieren verlo, pueden hacer un click por aquí.

miércoles, 4 de agosto de 2010

24 hs. de locura

En general cuando uno se dispone a escuchar o, en este caso, a leer un anécdota que sucedió en Humahuaca no puede relacionarlo con la locura. Eso, cuando no nos incluye a Laura y a mí, que por una fuerza centrífuga, transformamos todo lo que vivimos en un delirio.

Llegamos una mañana de enero a Humahuaca. Hacía un calor de morirse y cargábamos en nuestras espaldas unas mochilas pesadísimas y una resaca insoportable, cuyo peso se agravó teniendo en cuenta que habíamos dormido pocas horas, la mitad de las cuales transcurrieron en un colectivo. No habíamos hecho ni una cuadra, cuando se nos acercó un muchacho. Parecía haber nacido por ahí, con esa inocencia y bondad que tienen los norteños. Nos ofrecía un hostel. Tenía, que casualidad, una habitación para dos, a un precio tan accesible ($10) que era obviamente sospechoso. Pero justo teníamos los reflejos atontados por los niveles de alcohol en sangre. Caminamos con él varias cuadras, muchas más de las que podíamos soportar. Llegamos y el hostel tenía el siguiente panorama: una casa vieja, con olor a humedad, el baño era compartido, las sabanas viejas y casi transparentes colgadas al sol, una heladera prehistórica. Lo atendía un músico de folklore, morocho y con los rasgos típicos de la zona. Nos muestra la habitación... todavía me parece sentir ese olor a adobe humedecido. Una cucha de perro habría sido mejor. Tenía dos camas de hospital que cuando te acostabas quedabas doblada en 45 grados y que, para colmo, estaban separadas por unos escasos centímetros. Esta bien... una ventana era mucho pedir, pero mínimamente un picaporte podría haber tenido, no? En fin... miramos alrededor y vimos que la luz con la que contábamos era una lamparita que se enchufaba. Y justo que teníamos que cargar el celular! Bue... nos quedaremos a oscuras, pensamos, si total sólo queremos dormir.

Yo creo que si hubiera estado un poco más cerca del centro nos hubiéramos ido. Pero de solo pensar en cargar otra vez las mochilas, pensamos que era mejor el mal de chagas. Asique nos acomodamos, en la medida de lo posible, y nos pusimos a charlar con unos pibes que paraban en el mismo hostel y que, encima, parecían muy conformes con el lugar. Uno de ellos, era un cordobés. Con la gracia que los caracteriza me empezó a contar que había llegado hasta Humahuaca en un camión jaula, que en realidad lo había dejado en el medio del Chaco y que de ahí no se cuantas veces había hecho dedo. Todo esto lo relataba mientras afinaba la guitarra y su amigo tocaba uno de esos pianitos de viento. Sé cuán ilógico suena, y, la verdad no se bien cómo funcionan, pero mientras tocaba, soplaba por una boquilla.

Nos tiramos un ratito a dormir. Al menos lo intentamos. Pero estabamos demasiado tentadas y pasadas de vuelta. Decidimos salir a conocer la ciudad. Caminamos por el centro. Pero todo era tan dificultoso, la resaca que nos mataba y el sopor de la siesta se hacía insoportable. Humahuaca es un pueblo chiquito, pero igual nos metimos en la casa de turismo para ver que podíamos hacer. La atendía una señora regordeta que estaba completamente dormida. Pagamos un mapa que encima tenia mal las referencias asique dimos mil vueltas sin saber a dónde íbamos. Nos recomendaron ir al mirador y hacía allí emprendimos nuestro camino. No habíamos hecho ni diez cuadras por un lo que parecía un camino en el medio de una villa, cuando decidimos que era demasiado lejos. Volvimos al centro y nos antojamos con un helado. Nadie que tenga un paladar medianamente decente se puede antojar con un helado así. Igual lo tomamos y nos sentamos en la puerta de una casa a escribir el diario de viaje. En eso, se nos acerca un rastaman que habida cuenta del olor que emanaba se notaba que hacía varios días que no se bañaba y que andaba con muchísimas ganas de charlar. Eventualmente nos lo sacamos de encima y nos sentamos a tomar unos mates y galletitas de agua en el monumento del centro. Por ahí había un grupo de chicos de los cuales dos se iban a trasformar en nuestros compañeros de viaje hasta el final.

Volvimos agotadas al hostel dispuestas a bañarnos y acotarnos. Pero estaba todo el grupo de folklore preparándose para la presentación de esa noche en un peña que quedaba en el barrio que habíamos recorrido a la tarde. Huimos despavoridas a la cuchita después de haber prometido que íbamos a ir. Esperamos hasta que se fueran y salimos a comer. Llegamos a un barcito en una esquina dispuestas a comernos unas ricas empanadas. Pero la moza estaba decidida a no darnos bola y a traernos la mitad de las cosas que pedíamos. Encima tuvimos que compartir la mesa con una pareja que no paraban de reprocharse cosas y discutir y es obvio que en esas situaciones uno quiere escuchar todo lo que dicen. Asique prácticamente no hablamos entre nosotras. Salimos de ahí totalmente insatisfechas. Volvimos al hostel y nos encontramos con unas chicas que habían querido comprar tres porciones de pollo con papas y les habían dado tres pollos enteros con papas y nos querían dar a nosotras. Negamos la invitación y ahí sí, nos acostamos a dormir acostadas en la cama pero metidas adentro de las bolsas de dormir. Las sábanas no daban asquito.

A la mañana siguiente nos levantamos bien temprano para bañarnos. Todos parecían dormir, pero por suerte había alguno despierto que nos ayudó a prender el agua caliente que era un sistema de los más complicado e ineficiente. La bañera estaba resbalosa. La cadena se tiraba con hilito que nunca supimos de donde venía. Hicimos lo más rápido que pudimos y nos escapamos excusándonos de no haber ido a la peña por una supuesta fiebre que me había agarrado a mí. Y prometiendo, falsamente, volver algún día. Llegamos a la terminal. El colectivo estaba atrasado y Lau se acercó a unos pibes. Uno tenía un gorro rasta, otro estaba a las puteadas y el otro nos contaba que el día anterior habían cruzado la frontera de Bolivia y les había pasado de todo. Nunca nos imaginamos que se convertirían en nuestros compañeros y protectores y que ese mágico viaje nos iba a dar la oportunidad de volver a Humahuaca y verla con otros ojos.

domingo, 1 de agosto de 2010

¿Quién dijo?

Aquel a quien se le ocurrió el chiste de que no es lo mismo ir a las ruinas de Machu Picchu que venga un macho te meta el pichu y te deje en ruinas, no tenía idea de lo que estaba diciendo. Y lo digo con conocimiento de causa porque he tenido la maravillosa oportunidad de comprobarlo. Cuando relato ese viaje la gente me mira como si fuera una loca y si me escucho a mí misma por un segundo, me suena una experiencia traumática, irrepetible. Y lo es. Ninguno de los que viajó conmigo volvió siendo la misma persona. Porque los cielos llenos de estrellas, las escaleras interminables, la lluvia incesante, las comidas horribles y las consecuencias de todo ello, nos enseñó que cualquier plaza puede ser el mejor restaurant donde se puede cenar, almorzar y merendar. Que las camas sucias y duras no bastan para cortar el sueño. Que los mosquitos pueden ser mucho más pequeños y feroces que los pampeanos.

Les podría hablar de montañas, de islas a miles de metros de altura sobre el nivel del mar y también del mar. De la sal en los pies y en el pelo. De las frutas pequeñas y las carnes sin sabor. De la inmensa variedad de sopas que probé. Podría nombrar algunas de las cientos de ruinas que visitamos. De lo maravillosas que eran las civilizaciones pre-hispánicas y de cómo les robaron todo lo que tenían. Hasta las puertas de los baños y el agua para tirar la cadena. Y recomendarles que tomen de té de coca para paliar los efectos de la altura. Pero ninguna de todas esas cosas hermosas y tremendas a la vez, serían dignas de ser recordadas sino fuera por el hecho fundamental de que me encontré con un pelado, un negro, un colorado, un alto y un petizo y de que siempre estuvo Laura al lado mío. Entre todos descubrimos que la mejor manera de sobrellevar las situaciones límite a las que nos expuso semejante viaje, era reírse de absolutamente todo. Y entre las descomposturas, las deshidrataciones, las heridas y los puntos, los resbalones al precipicio y la fiebre que amenazaba todo el tiempo, entendimos que el mejor remedio era un chiste y una canción a capela. Es cierto que consumimos cantidades industriales de ibuprofeno y manteca de caco, pero sabíamos que sólo se activaban con abrazos apretujados. Yo comprobé una vez más que todo se puede compartir y así vale mucho más.

Asique si tengo que hablar de la herencia de mi tortuoso recorrido por el norte argentino, Bolivia y Perú, diría que la piedra sagrada de las ruinas fueron esos seis personajes que me acompañaron por unas semanas imposibles de olvidar. Porque gracias a ellos volví en ruinas, es verdad, pero con una sonrisa de oreja a oreja, unos cuantos sobrenombres nuevos y mil anécdotas más para recordar.

miércoles, 28 de julio de 2010

Metí la pata


Mi familia es de esas que cada dos por tres meten la pata. Todos por deformación genética tenemos la boca más rápida que la cabeza y por eso nos hemos mandado unas cuantas metidas de pata. Algunas pasaron desapercibidas, para nuestra suerte, y otras... otras son inolvidables. Una de éstas les quiero contar hoy.

Resulta que estábamos en una pizzería cenando con mis padres de lo más tranquilos, cuando llega una pareja amiga y se sientan con nosotros. El tema es que el normal de la población, entre la cual me incluyo, cada vez que nos encontramos con un profesional, hacemos consultas tontas, o sea, sobre esas cosas que no nos tomaríamos el tiempo de ir a un consultorio o a un estudio. Si son abogados, algún problemita de sucesión o de reintegro de impuestos, derechos del consumidor, etc. Si es un doctor, le consultamos alguna dolencia que nos agarra muy esporádicamente; y si es alguien que sabe de computación le pedimos que nos saque ese maldito virus que se le reenvía a todos nuestros contactos. Pero la cuestión es que mi papá es arquitecto y esta señora, que, vale aclarar, tiene unos cuantos kilos de más, unos cuantos si… tiene la fantástica y maravillosa idea, aunque estéticamente dudosa, de hacerse una bañadera de vidrio. Entonces mi papá le empieza a explicar que sí, que se puede hacer, que lo primero que había que ver es si el piso está preparado para soportar tanto peso y tener cuidado de que no se rebalsara. Ahí cruzamos una mirada con mi mamá. Había metido la pata hasta el tobillo, todavía estaba a tiempo de salir. Pero no. Agrega que, de todas formas, se puede hacer, pero que lo hay que fijarse bien es que el vidrio sea resistente y que esté bien unido y aclara que, si se puede hacer en los aquarios para tener a las ballenas, como no lo va a poder tener ella! Para esa altura, ya no sabíamos donde meternos. La señora en cuestión no se daba por aludida y nosotros no podíamos dejar de mirar como comía impunemente una tremenda milanesa con papas fritas. Podría haber quedado ahí, embarrado hasta la rodilla y hubiera sido una anécdota más. Pero tenía que agregar algo y meter la pata, ahora sí, hablando mal y pronto, hasta las pelotas. Le comenta, medio entre risas, que sino se puede hacer una pileta redonda como la de la Tota Santillán que usaba para hacer aqua dance… ya estaba todo perdido. Inventando un sueño que no teníamos y alguna otra excusa más, huimos despavoridos.

Quince minutos más tarde, todavía estábamos en el auto en la esquina de la pizzería tratando de parar de reírnos para poder arrancar y volver a casa.

domingo, 18 de julio de 2010

Hoy Cumple Años: Luisina


Tras que éramos muchos, nació la Luli. Esta irrespetuosa que ya cumple 17 años, es mi primita más chiquita. Y como no podía ser de otra forma, ya tiene su página en la sección correspondiente. Pueden visitrala haciendo, como ya es costumbre, un click en su nombre: Luisina.

Para Lulu, que cuando baila siento algo hermoso aquí en mi corazón...

sábado, 17 de julio de 2010

Hoy Cumple Años: Martina



Hace algunos años se mezclaron unos genes disparatados y como resultado nació mi prima Martina. Si quieren conocerla, pueden visitar la sección de Cumpleaños, o hacer un clik no acá, ni acá, no, aca tampoco... ACA SI!

lunes, 12 de julio de 2010

Hoy Cumple Años: Andreina



Parece que hoy es el cumple de mi amiga Andreina, de mi Lechoncin. Y digo parece porque como está en Nueva Zelanda, con los cambios de horario yo ya no sé si es ayer, hoy o mañana. De todas formas, acá, cumple 25 pirulos un personaje bastante particular que pueden conocer desde ACA o haciendo clik en su nombre.

viernes, 9 de julio de 2010

Hoy Cumple Años: Eugenia



Además de la patria, hoy cumple un cuartito de siglo mi prima Eugenia.
Para verla a través de estos pequeños ojos marrones (como los de ella, son tres: dos con anteojos y unos con calzones, diría el abuelo Pocho), pueden visitar la sección Hoy Cumple Años, o bien haciendo un AQUI, o más ACA, o si les gusta, un poquito más ALLÁ...

lunes, 5 de julio de 2010

Hoy Cumple Años: Noemí


Me atrasé unos días, pero el 3 de julio, la nona Mimí cumplió 86 añitos. Como siempre en la sección "Hoy cumple Años" tienen mi visión de ella haciendo un clik AQUI.

lunes, 28 de junio de 2010

El arrorró del tío

La famosísima canción de cuna conocida como el “arrorró” debe tener miles de variantes en todo el país. Y mi familia, como no podía ser de otra forma, tiene una versión propia que delata esa creatividad, un poco loca, es cierto, que caracteriza a todo el árbol genealógico. El artífice de este cover es el Tío Rogelio. Al que no recuerdo si alguna vez conocí, pero del que algo debo tener en mi sangre porque cuando mi abuela me fue a ver al hospital unos momentos después de haber nacido, se llevó las manos a la cara y dijo: “¡Ay! Se parece al Tío Rogelio!”. La pucha digo ahora, y si tenía un mínimo de conciencia en ese momento debo haber pensado lo mismo. No importa cómo era el tío, pero ninguna bebé que se parezca a un tío puede haber sido linda.

Lo más interesante de la versión, es que tanto mi mamá y mis tías, que fueron las que escucharon directamente de su voz este canto, como yo y mis primas, que vendríamos a ser las herederas indirectas, creímos siempre que esa era la versión original, mito (por llamarlo de alguna forma) que develamos un tiempo después por la comparación con versiones más normales. Pero para que juzguen por ustedes mismos, les transcribo la letra (les recomiendo leerla con la melodía para apreciar lo bien que combinan):

Arrorró mi niño, arrorró mi sol
Arroró pedazo de mi corazón (hasta acá viene bien)
Esta nena linda que nació de noche
Quiere que la lleven a pasear en coche (esto está en la original?)
El coche esta roto, el cochero manco (¿?)
Y los caballitos juegan en el campo.
Arrorró mi niño, arrorró mi sol
Arroró pedazo de mi corazón
Esta nena linda, que nació de día
Quiere que la lleven a lo de su tía (peligro!)
La tía está loca, el tío también (si claro... de eso nos damos cuenta)
Y en el manicomio los van a poner (bue... tampoco tanto)

Tengo el objetivo personal de que mis hijos crezcan escuchando esto, no sólo porque es la única que conozco de memoria, sino porque es de esas cosas que deben pasar de generación en generación.

viernes, 25 de junio de 2010

Hoy Cumple Años: Lucrecia

Si quieren saber de quien les hablo, hagan un click en su nombre que aparece aca nomás a la derecha.

FELIZ CUMPLE LUKETA!!!